Encierra este principio la verdad de que "todo es mente". En el se nos explica que el TODO, el cual es la realidad substancial que esta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de "universo material", "fenómenos de la vida", "materia", "energía", etc., y en resumen, todo cuanto sensibiliza a nuestros sentidos materiales, es espíritu, el cual es en si mismo incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Nos explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
Este principio, al establecer la naturaleza mental del universo, explica con facilidad los diversos fenómenos mentales y psiquicos que tanto han preocupado al ser humano, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían todo hipótesis científica. Al comprender este principio hermético de mentalismo, el individuo tiene la capacidad para realizar y conocer la ley que rige el universo mental, y aplicarla así para su bienestar y desarrollo. Los que estudian la Filosofía Hermética pueden utilizar conscientemente las grandes leyes mentales, en vez de emplearlas por casualidad o ser usado por ellas.
Quien tiene la clave maestra en su poder, puede abrir las puertas del Templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, con toda libertad e inteligencia. Este principio explica la real naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el como y el porque todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribió hace bastante tiempo: "El que llegue a comprender la verdad de que el universo es mental, estará muy avanzado en el sendero del adepto".
Y estas palabras tienen tanta verdad hoy en día como lo fueron en tu tiempo, cuando fueron escritas. Sin esta clave maestra es imposible ser adepto, y el estudiante que no la obtenga, llamara en vano a las puertas del Templo.
